Ser fecundos en la labor de liderar, hace foco en la entrega, con la cual nos brindamos a nuestros colaboradores.
Generar un vínculo comunicacional, desde una inteligencia emocional, que lleve como mensaje el sentimiento de que sean probos en sus acciones y busquen la excelencia en su vida.
La sociedad educa para el triunfo, generando individuos altamente competitivos, inconformistas, en un mundo cada vez más egoísta.
La cooperación y solidaridad deben cimentar el trabajo en equipo, por lo que el líder reflexionará:
- Recordar , volver a pasar por el corazón, con un gesto de humildad nuestros errores y ver reflejados como fuimos enmendando, en una búsqueda de mejora continúa: kaizen.
- Mostrar la faz humana de la imperfección, afianza la credibilidad. Sólo si miramos el camino andado podemos reconocer cuántas veces erramos.
- Iluminar la senda , mostrando causa-efecto en el trayecto para que el andar sea seguro.
- Demostrar que siempre existe otra oportunidad y que seguramente lo van a lograr, con coraje y esfuerzo.
- Comprender a la vida, como un aprendizaje permanente, lo que nos deja la libertad de ser imperfectos
¡Cuánto más sanadoras serían las relaciones, si el podio del ego le dierán lugar a la empatía. y con ella tomar decisiones acertadas!
El poder se encuentra en el líder, de generar nuevos líderes, hacia un proceso superador con una acertada retroalimentación.
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