sábado, 13 de agosto de 2016

De lo ordinario a lo extraordinario....

En nuestra actitud se encuentra la receta para un diagnóstico de vida laboral rutinaria, opaca y a desgano. Todos los días tenemos la posibilidad de reinventarnos para recibir a quienes pasan por nuestra vida, algunos de manera fugaz y única, otros no tanto. Ese momento único e irrepetible lo tenemos que valorar, y hacerlo especial. Nuestro día de trabajo, pleno de exigencias va dejando de lado las personas para ocuparse de las cosas y así el síntoma de agotamiento aflora, en un mundo que dejó de priorizar las relaciones humanas para dar paso a un apuro, que sólo deja cansancio.
Cuando alguien se detiene y vemos que realmente escucha nos sorprendemos, y el placer llega haciendo que lo importante no sea corrido por lo urgente, y así el negocio permita entablar relaciones verdaderas, con nuestro cliente, con nuestro empleado, con nuestros jefes.
Pocas veces preguntamos ...¿cómo estás?, desde el corazón o sólo lo hicimos, como disco rayado esperando que sólo contesten, ¡bien! para que no atrasen...
Alguna vez miraste profundamente a los ojos al otro para indagar algo más sobre su estado, o simplemente lo escuchabas mientras contestas un mail, ¡cuánto que nos perdemos!
Atender. entendiendo que el servicio es un don que todos podemos ponerlo en práctica.
Marcar la diferencia y aprender amar lo que hacemos, clave para sentirnos extraordinarios...y hacer que el otro sea percibido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario